Nadie sabe a ciencia cierta en que consiste un buen diseño. Cuando una página nos atrae no sabemos si es por el tipo de letra, las imágenes, el color o la combinación de todo ello.

No hay un código que se pueda copiar y pegar y hacer de una web algo atractivo y a la vez que enganche y transmita valor. No hay reglas, ni fuentes de letras mejores que otras. Entonces ¿Que hace de una web un lugar que conecta con tu público?

 

Piensa en quién te visita

Es muy distinto entra en una web pensada para “máquinas” que para seres humanos. La primera diferencia está en los detalles, cuando tu diseño se ha puesto al servicio de las personas intentas hacer fácil su navegación, pensando como se van a sentir al recorrer tus páginas, donde le será más fácil encontrar tal o cual cosa. Intentado resolver sus problemas, y creando una experiencia de usuario agradable. 

 

El texto tiene mucho que contar

Algo que debes tener muy en cuenta es la legibilidad del texto de tu web. No solo la tipografía, también el tamaño de letra y su color.

Tienes que conocer a tu publico y saber que dificultades pueden tener con la visibilidad y lectura de un texto mediano o pequeño.

También el contraste con el fondo es importante. El texto tiene que ser nítido cuando se trata de un párrafo. Deja para los titulares los degradados y tonos suaves, pues entre otras cosas el tamaño de letra es mayor y por regla general será una frase corta fácil de identificar.

No priorices aquí lo estético en detrimento de la comodidad que aporta un texto claro y nítido. Acostúmbrate a trabajar con los espacios, tanto entre los párrafos como al rededor del texto. No hay que rellenarlo todo, tampoco ajustar el texto a los límites, deja respirar a las palabras.

No crees muros. Los párrafos extensos solo crean sensación de cansancio y el lector se siente indefenso ante una gran losa de letras que se le viene encima. Crea párrafos cortos, que permita hacer el texto ligero, de fácil asimilación.

 

¿Y ahora donde estoy?

Si no sabes por donde continuar lo más fácil es abandonar la web, tal vez con la promesa inconsciente de no volver. Porque la sensación que se te ha grabado ha sido la de una experiencia poco clara y algo confusa.

Homogeneidad, esa es la palabra. Tu diseño tiene que mantener una coherencia. No es buena idea estar cambiando de diseño al pasar por las páginas. El usuario debe acostumbrarse a encontrar los menús, la barra de navegación, la sección donde se encuentra, etc. siempre en el mismo lugar.

¿Que sensación tienes cuando entras a un sitio que conoces? La de andar por casa ¿verdad? ¿el motivo? Ya conoces donde están las cosas. Esa es la sensación que tu público debe tener al entrar y recorrer tu web por todos sus apartados.

Evita los cambios bruscos de diseño de una sección a otra. Los cambios de colores radicales. El colocar los contenidos y menús en lugares distintos según que partes de la web, etc.

Solo hay una salvedad y es la página final de compra o la landing page de un producto. Pero aún así coloca elemento reconocibles de la estructura de la web.

 

Pero, sino he visto el enlace

¿Cuantas veces te ha pasado esto? Te llevas la sorpresa al pasar el ratón por el texto, de que este cambia, avisando de un enlace. Si quieres jugar a encontrar tesoros escondidos avísalo a tus lectores.

Todo aquello que contenga enlaces a otras páginas, que muestre información complementaria o que requiera de una acción del usuario remárcalo y hazlo visible.

Hoy ya no se lleva usar los botones de colorines que hace años se insertaban en las web html, ahora hemos pasado al minimalismo y los botones se han convertido en texto simple. Tanto, que a veces se nos pasa recabar en ellos para activar funciones, acceder a nuevos contenidos, etc.

 

El color de las emociones

Nuestra decisiones están basadas en las emociones, por muy razonablemente bueno que nos parezca algo, si no nos gusta, sino ha conquistado nuestra emoción, tiene pocas posibilidades de prosperar.

Colores, formas, fotografías… todo influye, solo tienes que mirar a las grandes marcas y darte cuenta como trabajan el lado emocional de su producto. Por ejemplo Apple: formas, tacto, color, elegante, moderno… Todo pensado para seducir.

 

¿Con qué emociones diseño mi web?

 Lo resumiría en una sola frase: con alma. Pero se que queda un poco etéreo así que vamos a definirlo más.

Elije una emoción, el titulo del apartado lo he puesto adrede en plural, no hace falta un corolario de emociones. Es mejor identificar aquella que quieras asociar con tu marca, productos, o servicios. Pensar en Coca-Cola es pensar en felicidad. Solo leer la palabra Ferrari ya parece estar escrita en rojo.

Te aconsejo que elijas la que elijas seas coherente, transmitas el mismo mensaje en todo lo que hagas, tus clientes te van a identificar por ella. El caso de los restaurantes es muy curioso; por muy variada que pueda se la carta y mantener la misma calidad en todos sus platos, siempre se hacen famosos por un solo plato.

Esta es la idea, cuando alguien proponga ir a comer un buen cordero asado, solo aparezca un nombre en mente. Y seguro que hay alguno que dice que él no come carne, pero para eso están los demás platos ;-)))

 

Sorpréndelos con algo grato

El buen humor no puede estar exento de tu site. Para ello sorprende con algunos detalle agradables, que tras clicar en un enlace le des las ¡¡GRACIAS!! o activando alguna animación que interactúe con el movimiento del cursor.

Este apartado le he estado dando vueltas antes de escribirlo, porque es muy delicado y fácilmente caes en algo tosco, de mal gusto o que se interponen en el camino de una acción importante provocando la perdida de tiempo.

Sin embargo hay ejemplos que son muy buenos y que le dejan a uno con una sensación agradable de las cosas bien hechas. Por ejemplo en esta web.

 

Huye de las críticas y el mal rollo

En un país donde el deporte nacional es la crítica es difícil decir esto. Pero párate a pensarlo, si tu blog solo destila crítica, resentimiento y un trato poco honesto hacia tus competidores, no creas que llevas las de ganar.

Todo lo contrario, el respeto e incluso el reconocimiento del buen trabajo realizado por otros colegas del sector te hace más atractivo. Por suerte la sencillez y la humildad están de moda. Hacer tu trabajo intentado agradar y cumplir con tu público cotiza a tu favor.

Por otro lado, a menos que tu web se dedique a la denuncia social, que necesidad hay de potenciar ese ambiente. No está demás añadir iconos optimistas, como de compra realizada o campos de formulario rellenados; hay empresas que en el carrito de la compra aparece una sonrisa cuando añadimos un artículo.

Y no te olvides de dar siempre las gracias después de una compra, de solicitar un servicio o simplemente al dejarte un comentario en tu blog. Potencia estas actitudes.

 

Tu diseño tiene que contar una historia

Es curioso el cambio que se va produciendo en el diseño de páginas web y blog. Desde hace algún tiempo se ha recogido, elevando y potenciado el concepto de storytellin, es decir, contar una historia. Te dejo la historia del hombre que caminó alrededor del mundo: Johnnie Walker. 

 

Son cada vez más los ejemplos que voy encontrando de ir transformando la web en una historia que contar a tus seguidores. Como toda historia debe ser fácil de recordar, de ahí un esquema sencillo para tu web, que se desarrolle verticalmente. Que se pueda seguir fácilmente con la vista sin saltos bruscos.

Un esquema simple compuesto por un titular, una descripción corta, y comenzamos a contar que hacemos, que proponemos y en que le podemos ayudar.

Ahora como en toda buena historia entran en escena aquellos que hablan por nosotros, los que han tenido alguna experiencia comprando nuestros productos o solicitando nuestros servicios.

Evita los textos largos, crea flujos que permita libertad de movimientos, a través de pequeñas secciones. Añade imágenes, video o listas de contenidos. A las personas nos encantan las listas y encontrar el contenido ordenado.

El final de tu historia acaba en la casita de caramelos de Hansel y Gretel, es la llamada a la acción para tus clientes, es el momento de pedir el click. Si tu historia ha sido buena, si en ella ha habido un sentimiento que ha calado en el lector, puedes estar seguro que te recompensarán haciendo click.

 


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