Existen dos clases de conocimiento, por un lado aquel que proviene de las personas que con su trabajo, esfuerzo y horas de estudio han conseguido aprender y aquel otro que proviene de personas que simulan saber.

Voy a contarte una anécdota recogida por Rolf Dobelli en “El arte de pensar”, que ocurrió allá por el año 1918, a un conocido y célebre Premio Nobel.

Apunto de terminar la segunda década de 1900, Max Plank recibe el Premio Nobel en Física Cuántica. Como parte de su galardón, comienza una gira por Alemania impartiendo conferencias sobre física.

A todos sitios le acompañaba su Chófer; incluso llegaba a sentarse en la sala de conferencias, junto con eminentes físicos que acudían a escuchar al Premio Nóbel. Día tras día escuchaba atento la conferencia del profesor Plank. Como curiosidad, el Premio Nobel, siempre impartía la misma conferencia allí donde iba.

 

La audacia del Chófer

Tras varias semanas de gira, el Chófer se dirigió al profesor y le dijo:

  • Profesor, se le debe hacer aburrido repetir todos los días la misma conferencia, que le parece si hoy, en Munich, me deja usted dar la conferencia a mi y usted se sienta en la primera fila con mi gorra de chófer.

Al profesor le pareció divertida la sugerencia y aceptó encantado. Entraron en la sala y cada uno ocupó su lugar. El chófer se subió al estrado y comenzó su disertación. Ante un publico muy especializado y conocedor de la física cuántica, pronto surgieron algunas preguntas.

En la primera pregunta que le plantearon, el chófer sonrió y contestó:

  • Nunca me hubiera imaginado, que en una ciudad tan avanzada como Munich, me hicieran una pregunta tan sencilla. Si me lo permiten le pediré a mi chófer que responda por mí.

Hasta aquí la anécdota, muy buena verdad. Y ahora las comparaciones llevadas al terreno del Social Media.

 

Los Social Media Chófer

Sabes muy bien que la información está disponible por todos lados en Internet. Cualquiera puede leerla, es más, se suele reproducir en más de un foro, blog o red social. De modo que al cabo de cierto tiempo, de estar oyendo la misma música, uno no puede por menos que tararearla.

No son tantas las ideas nuevas que compartimos. Por lo general suele incluso haber escasez de las mismas. Por lo que tarde o temprano al repetir tanto, las mismas cosas, acaban incorporandose al discurso cotidiano de cada uno.

¿Que quiero hacerte ver con esto? Pues que una cosa es el conocimiento adquirido por el estudio, el trabajo duro y la experiencia y otro muy distinto aquel “conocimiento hueco” proveniente de personas que con una voz genial, un aspecto seductor y una puesta en escena envidiable nos lo cuentan.

Y quizás lo más importante es que cada vez es más difícil identificarlos. De esta forma se me ocurre inventar un nuevo atributo para aquellos que entran en esta categoría, son los “Social Media Chófer”.

Creo que no voy  ahondar más en el tema, pues seguro que tu ya tienes en mente más de un “Social Media Chófer” al que hacer referencia. Lo que sí me gustaría es que reflexionaras sobre cómo no convertirte en un «Social Media Chófer». La respuesta: trabajo, estudio y práctica. 

 

 


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